La empleada alega que la persona fallecida le permitió quedarse en la casa.
Por: Agencias/Críticadn
Esta época de pandemia ha servido para conocer historias sorprendentes, para bien y para mal, y es en esta categoría en la que puede entrar la siguiente, en la cual una empleada doméstica ocultó la muerte de su jefa y decidió quedarse a vivir en la propia casa.
En la localidad de Leganés se ha suscitado una historia que pareciera digna de televisión pero es muy real y tiene como protagonista a Rosa, una empleada doméstica, quien ocultó la muerte de Pilar, de 75 años, y tomó decisiones que le correspondían a sus familiares.
De acuerdo al periódico «El Mundo», la empleada de origen peruano, además de no avisar de la muerte de la mujer de la tercera edad, tomó la decisión de incinerar el cuerpo sin avisarle a sus dos hijas y de ocupar la casa de la fallecida (al parecer de COVID-19) a finales de marzo, lo cual ya está siendo investigado por la policía.
“De la noche a la mañana nos dijeron que había muerto. Un día antes de fallecer ella estaba bien y no sabemos que es lo que le pasó porque que el certificado médico señala que mi madre murió por posible Covid-19”
… mencionó Rosana, una de las hijas, ademas de confirmar que la mujer sudamericana comenzó a trabajar con la anciana el pasado mes de febrero.
La hija de Pilar incluso sospecha que la muerte de su madre pudo haber sido originado de otra forma y no por coronavirus como se ha sospechado.
“Creo que mi madre no murió de forma natural y vamos a hacer todo lo posible para que se aclare lo que ha pasado. Tenemos indicios de que la ha podido hacer algo”, mencionó.
Pese a las hipótesis, Rosana es consciente de que, debido a que su madre fue incinerada, será complicado comprobar los dichos, por lo que incluso han tratado de negociar con la empleada.
Por su parte, reporta el medio, Rosa no ha ofrecido su versión de lo sucedido y argumentó que en su país (Perú) las personas que cuidan ancianos se quedan con su casa cuando fallecen. Además aseguró que “la difunta me autorizó a quedarme con la vivienda”.
Por su parte, la funeraria que realizó la incineración señaló que Rosa hizo la contratación de sus servicios por teléfono debido al contexto actual y aportó los certificados necesarios para cremar el cuerpo.
“Creemos que lo ha falsificado todo. Mi madre era muy desconfiada y no la creo capaz de firmar ese poder”, señaló Rosana.
Desde marzo pasado la familia de Pilar ha tratado de resolver la situación sin éxito por lo que las pesquisas por parte de las autoridades seguirán realizándose.
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