Por más que diga la rectora Norma Liliana Galván Meza que está limpiando de corrupción a la máxima casa de estudios, por otra parte, los propios trabajadores y catedráticos, e incluso, muchos alumnos comentan lo contrario.
Por: Lenin Guardado | criticadn.mx
Por más que diga la rectora Norma Liliana Galván Meza que está limpiando de corrupción a la máxima casa de estudios, por otra parte, los propios trabajadores y catedráticos, e incluso, muchos alumnos comentan lo contrario.
En las unidades académicas se ven los mismos porros y parásitos de siempre, que se han servido de esta noble institución por décadas y que cuando ya se van a jubilar meten a su parentela para que sigan sangrando a la administración que desde hace unos 8 años padece la peor crisis de su historia.
Y es que en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), no solo existe una crisis económica, también hay un grave problema académico que no quieren reconocer, porque por la avaricia de los grupos de caciques y los porros feuanos (actualmente en el poder desde hace al menos tres administraciones), se dejó de invertir en lo que verdaderamente vale la pena.
En nuestra máxima casa de estudios faltan laboratorios, faltan talleres y muchos de los docentes no han sido capacitados en al menos dos décadas, y quienes tienen estudios actualizados, es porque a ellos mismos les ha costado.
Por ejemplificar, deberíamos de comparar a la UAN con otras instituciones del país en cuanto a los registros de patentes, y nos daremos cuenta que la nayarita es la universidad con menos exploraciones en el país.
Otro dato importante es que la Unidad Académica de Veterinaria y Zootecnia, está en total abandono y ahora que el gobernador del estado está en frontal combate contra la tuberculosis en los hatos ganaderos, ahí es donde la institución debería de entrar y regresar los favores al pueblo de Nayarit por los cientos de millones de pesos que se les están entregando, pero no lo hacen porque los catedráticos y estudiantes no tienen las herramientas necesarias para ello.
De igual forma se encuentra “a la deriva” la escuela de Ingeniería Pesquera, donde el laboratorio fue desmantelado y hasta un barco que hace muchos años tenían los alumnos para ir a hacer prácticas de campo, nadie sabe dónde quedó.
Tampoco se sabe de actualizaciones científicas y tecnológicas reales, porque a lo que se avizora las nuevas tecnologías no están siendo aprovechadas en la UAN, a los alumnos aún se les enseña como hace 10 o 20 años, y los egresados llegan a un campo laboral donde lo más nuevo es la inteligencia artificial en casi todos los ámbitos y están en total desventajas contra los otros oponentes en los espacios laborales o de emprendimiento.
Pero la rectora, sus secretarios, los dirigentes de los sectores, están más preocupados por los intereses propios y de sus grupos que los hicieron llegar al poder, se reparten “el pastel” como que si fuera para lo que se les nombró, escudándose en una autonomía que defienden a capa y espada solo cuando les conviene y que sí dejan “que la violen” y que el gobierno intervenga solo para darles dinero y más dinero.
Es más que claro que la dignidad universitaria está por los suelos, porque no generan ingresos propios y si llegaran a hacerlo, se los roban de manera descarada inventando beneficios, a su manera como los préstamos de grandes cantidades y que después ellos mismos se los perdonan en el seno del Consejo General Universitario.
Muchas universidades del país tienen ingresos fuertes propios, incluso, algunas llegan a obtener más de sus patentes o convenios, registros, de acuerdos con empresas e instituciones donde ambas partes salen beneficiadas, pero en la UAN todo eso no importa, ahí «la grilla» es lo que permea.
Solo hay que recordar la primera actitud de soberbia de la rectora, el mismo día de su toma de protesta, que iba escoltada de malandros de los cuales uno agredió a un periodista que aún espera las disculpas por esa vil acción.
También, desde el arribo de Galván, se tiene pleno conocimiento, que el que manda en muchas partes de la institución es el exlíder feuano y marido de la “jefa Norma”, el tristemente célebre Daniel Maldonado Félix, también conocido como “El Pozole”, mismo sujeto que le solapó junto con toda su plana de dirigentes estudiantiles, las raterías e ilegalidades al rector prófugo de la justicia Juan López Salazar, al votarle a favor las irregularidades en el Consejo General Universitario.
Y qué decir de la voracidad de la misma Galván Meza, quien en pago por su “ayuda” en la campaña y el proselitismo ante los consejeros universitarios, a pocos días de haber entrado dio bases al menos a 80 personas, a las que tuvo que volver a dar de baja tras la jalada de orejas que le dio el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero.
Hace falta una limpia hasta el tuétano de nuestra universidad para que realmente sea una institución digna de presumir y un verdadero patrimonio de los nayaritas, porque ahorita realmente es el negocio de un grupo de caciques y porros que siguen mamando de los recursos públicos.
PARA CERRAR
La UAN necesita una reestructuración en varios aspectos, una refundación total.
*Esta columna también se publicó en la Revista Impresa Cdn, con tiraje de 5000 ejemplares que se distribuyen de manera estratégica en todo el estado de Nayarit y Puerto Vallarta, Jalisco.
*Lenin Guardado, es abogado, maestro en Dirección de Mercadotecnia, periodista desde hace 28 años, ganador de 8 premios estatales de periodismo en cuatro géneros, ha sido reconocido por varias instituciones académicas y el Congreso de la Unión; fue presidente de la Asociación de Profesionales de la Comunicación de Nayarit (APROCON), ha sido reconocido por 8 asociaciones de abogados de la entidad, fue corresponsal de medios nacionales y ha trabajado en radio, televisión y prensa escrita como reportero en Nayarit. Desde enero del 2005 es Director Fundador y General de este medio de información, antes llamado Diario Crítica de Nayarit.
