Desde que empecé a leerle a mi hija en las noches, ella espera con ansias la hora de dormir, siempre quiere que le lea las mismas historias y disfruta mucho terminando ella los cuentos.
Por: Agencias/Críticadn
Dile no a la distractora y sí a la cultura.
No sólo lo estarás haciendo un mejor lector el día de mañana, su relación será más cercana.
La rutina de sueño es un momento muy importante para acercarnos a nuestros hijos, desde el baño y el juego, el masaje con cremita y los acurrucos para dormir, es un ritual perfecto para fortalecer el amor y la relación con ellos, y los libros son el broche de oro para terminar el día.
Desde que empecé a leerle a mi hija en las noches, ella espera con ansias la hora de dormir, siempre quiere que le lea las mismas historias y disfruta mucho terminando ella los cuentos o haciendo preguntas que la intrigan. Es como si su pequeño cerebro se hiciera más grande con cada historia y se durmiera pensando en todo lo que le sucedió al personaje de ese día.
Para mí el ambiente se vuelve muy especial, hay una conexión muy intensa y los cuentos nos ayudan a remendar cosas que pasaron durante el día, especialmente si fue un día pesado o con muchos berrinches, o a reforzar lecciones, como el amor, la bondad o la importancia de la familia. Para mí, cada cuento que le leo o cada historia que me invento, debe ser muy especial, pues sé que resuena en el fondo de su mente.
Pero llegar a este punto fue un poco difícil, mi esposo y yo estamos acostumbrados a dormirnos con la tele prendida y antes de ser papás, la dejábamos hasta la madrugada porque nos «arrullaba». Esto puede pasar igual con los niños, pero la realidad es que más allá de ayudarlos a dormir, los pone en una situación de alerta.
Un estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría reveló que los niños que tienen entre 2 y 6 años no deberían estar expuestos a la televisión o dispositivos electrónicos durante más de una hora, especialmente en la noche, ya que esto podría causar déficit de atención, pues el córtex frontal aún inmaduro se sobreactiva, lo que puede ocasionar también que el sueño no sea reparador.
La lectura tiene muchísimos beneficios, no solo fortalece la conexión y el apego, cuando tu hijo te escucha leer, sus sentidos se centran en tu voz mientras su mente comienza a trabajar en imaginar mundos desde cero. Esto no solo está nutriendo su cerebro, también su capacidad de escuchar, su imaginación, su atención y de hacer razonamientos complejos.
Además se relajan pues el flujo de sangre aumenta hacia el cerebro, lo que le da una sensación de calma y bienestar.
Y si la lectura tiene mensajes importantes, estaremos ayudando a los niños a entender cada proceso de su vida, el mundo y a sí mismos.
Algo que difícilmente se logra con la televisión, así que toma la última hora del día y haz que sea importante para su futuro.
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