La titular del Festival de Letras de Tepic, Lorena Hernández, acusa a Antonio Ruiz, "el payaso Coco", titular de cultura estatal, ¡de plagio!.
Por: Vicente Rocha | criticadn.mx
“¡Qué pase el desgraciado!”, frase señera de un contenido televisivo feo, de albañal, hediondo, de destrucción de todo lo que se ubica en los terrenos de lo sublime. Es la “señorita Laura”, hoy en desgracia porque Gertz Manero, de un tiempo a la fecha, la trae igualito que los federales traían al viejo Paulino, o sea, al puro pedo. Recurro a este exquisita dama para estar a la altura del drama y personalidad de las estrellas del firmamente cultural local y más allá, que protagonizan este follón. La acusadora, una persona que venía regenteando un oneroso y chic festival literario; el desgraciado, nuestro payasito Coco, presunto (ja) director general del CECAN.
Por principio de cuentas no se trata de una novedad, los enredos en ese mundillo sórdido de las mafias del ramo cultural son comunes, como también es común que al final de una administración floten los lodos biológicos relacionados con la danza de los chelines. Y como no, si los “artistas” preferidos del régimen requieren becas, aviadurías, estímulos, empleos, prebendas para la creación; dijera no sé quién: sólo a la sombra del presupuesto florecen los festivales. Lo que más da muina es que traen de aquí para allá y de acá para allá los apellidos Nervo y Chumacero.
Y don Antonio Ruiz se defiende a la foxiana: “¿y yo por qué?”. Y la ofendida responde: plagiador y pérfido, pero te la pérez prado conmigo, “…no lograste destruir mi proyecto de vida que dicho sea de paso es el evento cultural más relevante que ha tenido la entidad en lo que va del siglo y que ya está posicionado, a nivel nacional, como uno de los mejores festivales literarios de su tipo en solo cinco años” (sic) (nomás le faltó decir: entre tu arte y mi arte, yo prefiero…). Bendito humorismo involuntario.
Esto es poesía y lo demás albures.
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