Además, los tienen muy limitados en su equipo de protección, y eso que ellos son los que realmente sacan el trabajo de los pacientes que tienen el Covid 19. Aquí los detalles de su precaria situación.
Por: Lenin Guardado/Críticadn
(Cuarta y última parte)
Hoy cumplo 20 días luchando contra el maldito coronavirus Covid 19, ahora conocido pomposamente como Sars Cov2, y sí, estoy mejorando, muy despacio, pero voy hacía mi recuperación. Aún sigo pegado al oxígeno, aunque necesito cada vez menos, y sigo con tratamiento médico, en confinamiento en mi domicilio y en reposo absoluto.
Solo en ratos para desaburrirme tomo mi computadora para ver cómo está el mundo exterior, qué es lo que está ocurriendo o dar alguna indicación para que la empresa siga trabajando al 100 por ciento, como hasta ahorita.
Como ya he publicado, en estas últimas tres semanas he tenido días realmente feos, algunas veces sí sentí que entregaba los tenis, pero, gracias a Dios, aquí seguimos.
Dentro de esos días oscuros, tuve que ser internado de urgencia por la falta de oxigenación, no podía respirar por mí mismo. Así que caí al ISSSTE, el hospital que se nos vino rápido a la mente para que me atendieran, pues solo ocupaba oxígeno. Ahí estuve 5 días internado, del jueves 20 al lunes 24 de este agosto del 2020.
En ese corto tiempo de mi permanencia como paciente del ISSSTE, donde salí por alta voluntaria, fue suficiente para ver una muerte por negligencia de una ancianita de 77 años, la forma en que operan y se cubren sus errores entre doctores, trabajadoras sociales y directivos, así como la falta de profesionalismo de los médicos pues, como ya lo publiqué, yo entré por Covid y me suministraban medicamentos para tratarme “problemas renales y neumonía”, enfermedades que nunca tuve.
NO TODO ES MALO EN EL ISSSTE, HAY GENTE COMPROMETIDA CON SU LABOR
Pero en esta ocasión quiero hacer referencia al trato que me dieron los enfermeros y enfermeras en mi estancia en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), de quienes tengo que reconocer, siempre me trataron muy bien, con profesionalismo, con humanidad, atención y humildad. Y no solo a mí, a todos los compañeros enfermos de la “sala Covid” o “Sala Roja”.
Aunque si los veo en la calle no los reconocería, pues solo se les alcanzan a ver un poco los ojos de lo que están cubiertos con sus trajes, sí les puedo comentar que esa gente realmente sí está comprometida con su trabajo, con su labor.
Pero la directiva de la clínica los tiene en precaria situación. Algunos traen trajes remendados, “chilaquilieados”, pues traen cubrebocas o mascarillas que ellos consiguieron o que les fueron donadas por alguna empresa.
Algunos traen trajes que se ve son muy calurosos, plastificados, aptos para trabajar solo un par de horas, no todo un día y estando para arriba y para abajo.
Los enfermeros y enfermeras en el ISSSTE de Tepic son quienes sacan el trabajo, si se mejora alguien ahí es gracias a ellos, PORQUE LA HACEN HASTA DE MÉDICOS, ya que los DOCTORES TEMEN ENTRAR A LA SALA COVID Y LE TIENEN MÁS MIENDO TRATAR O ESTAR CERCA DE LOS PACIENTES.
En mi estancia como paciente, conté hasta 25 enfermos en la zona Covid, que eran atendidos por solo 2 enfermeros o enfermeras, pero platicando con una de ellas, de la que me reservaré su nombre, me dijo que ha habido días en que hasta 17 pacientes con Covid le han tocado atender a ella sola. ¿Se imaginan ustedes cómo andan los enfermer@s?.
Otro enfermero me confesó que tienen meses pidiendo que los médicos se metan a la sala roja o sala Covid, para que les ayuden a hablar, atender o tratar a los pacientes.
Que se metan los médicos a atender a los pacientes de Covid lo hemos pedido mucho, los enfermeros y enfermeras estamos solos en la sala, literal, solos, y han pasado situaciones que nosotros no podemos controlar”, me dijo otro enfermero.
En una de las pláticas que tuve en esos cinco días que estuve internado, una enfermera me confesó que a raíz de que no entran los médicos a las salas “se han presentado varias situaciones que terminado en deceso de varios pacientes”.
Otro más me comentó que, efectivamente, diario atienden cada uno, entre 12 y 17 pacientes con Covid 19, y que, obviamente, no alcanzan a hacer todo lo necesario para todos los pacientes, el exceso de trabajo los rebasa, y, además, ni chanza de un pequeño descanso tienen.
Pero no solo los enfermeros y enfermeras son las que están sufriendo ahí, también el personal de aseo y los camilleros. Ellos creo que traen equipo de mucha menos calidad, tanto que hasta ni pueden ver bien o ellos mismos se lo hacen con tal de no contagiarse.
El lunes 24, entró a la sala un camillero que traía una sábana en la cabeza, amarrada con cinta, y una más de los hombros hacia abajo, como capa, todo encintado, para cubrirse y protegerse pues iba a recoger el cuerpo de la ancianita de 77 años que murió a causa de desatención. La sacó en una bolsa negra, y él, con su traje hechizo.
Es obvio que quienes realmente están sacando el trabajo con los pacientes enfermos del Covid 19, están sin el equipo adecuado, como lo son guantes, mascarillas, botas y trajes. ¿Entonces a dónde van a parar los millones de pesos de presupuesto que se le dan a la institución y esa millonada que les quitan a todos los trabajadores como cuotas para ello?.
Es inaudito que además de que no hay personal suficiente, el que tienen no lo estén cuidando. Eso solo deja ver la corrupción que existe en la institución, la negligencia y mafias que hay entre directivos, médicos, trabajadoras sociales y no lo dudo que hasta subdelegado o delegado.
PARA CERRAR
El ISSSTE es un asco de dependencia pues no cuida a los verdaderos héroes: Los enfermeros, enfermeras, personal de aseo y camilleros.
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