El imperio lácteo del capo sinaloense se ubicaba a las afueras de Culiacán con gran aceptación entre los consumidores de la región.
Por: Agencias | criticadn.mx
En los recónditos terrenos de Sinaloa, el líder del Cártel de Sinaloa, Ismael «El Mayo» Zambada, tejía una intrincada red de negocios que iba más allá del tráfico de drogas. Entre las sombras de la ilegalidad, se estableció una fábrica de leche que se convertiría en un pilar del lavado de dinero para este capo de 74 años de edad, el único de los grandes narcotraficantes de la región que nunca ha pisado una prisión.
La leche pasteurizada Santa Mónica, producida en las afueras de Culiacán, se destacó como uno de los productos lácteos más consumidos en la ciudad a finales de los años noventa y en la primera década de los 2000. La fábrica, operada por la empresa Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán, según el Gobierno de Estados Unidos, era solo una de las numerosas empresas fachada vinculadas a la organización criminal de «El Mayo» Zambada.
Ubicada en la colonia El Alto Bachigualato, en el kilómetro 7.5 de la carretera a Navolato, la planta principal de la fábrica comenzó a funcionar en noviembre de 1993. Las máquinas producían envases y tapas de plástico, convirtiendo a Santa Mónica en un gigante de la industria láctea con una conexión siniestra.
Rosario Niebla Cardoza, exesposa del «Mayo», desempeñaba un papel crucial en la fábrica, siendo presidenta del consejo de administración y poseedora de más de 19 mil acciones de la empresa, según revela la periodista Anabel Hernández en su libro «El Traidor».
El hijo del «Mayo», Vicente Zambada Niebla, conocido como «El Vicentillo», ocupaba el cargo de gerente de finanzas y contaba con una credencial que lo identificaba como empleado con el número 000654.
Aunque la relación entre los productos lácteos de Santa Mónica y el líder del Cártel de Sinaloa era un secreto a voces entre los habitantes de Culiacán, no fue hasta el 2007 que las autoridades estadounidenses establecieron oficialmente los vínculos.
El Departamento de Tesoro emitió sanciones contra cinco empresas mexicanas, entre ellas Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán, también conocida como Lechería Santa Mónica y/o Santa Mónica Dairy.
A pesar de las sanciones, la lechería Santa Mónica mantenía sedes en Culiacán, Los Mochis y Ahome en Sinaloa, así como direcciones en los estados de Sonora, Nayarit y Baja California Sur. Sin embargo, el edificio que albergaba la fábrica cayó en el abandono y sus productos lácteos perdieron popularidad con la entrada de nuevas empresas al mercado.
Aunque en México no se logró comprobar la relación de Santa Mónica con actividades de lavado de dinero, el Gobierno de Estados Unidos indicó que «El Mayo» Zambada utilizaba otras empresas como fachada en un intento por infiltrarse en la economía formal.
Establecimientos como Establo Puerto Rico S.A. de C.V., Jamaro Constructores S.A. de C.V., Multiservicios Jeviz S.A. de C.V., Estancia Infantil Niño Feliz S.C., Arte y Diseño de Culiacán S.A. de C.V y Autotransportes JYM S.A. de C.V fueron señalados como parte del entramado económico del líder del Cártel de Sinaloa.
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