Hoy, el ya distorsionado feminismo hace un llamado colectivo para visibilizar y “parar” la violencia contra la mujer, ejerciendo ellas, violencia, haciendo destrozos a diestra y siniestra… atacando incluso a otras mujeres, y denostando...
Por: Gaby Hernández | criticadn.mx
Por Gaby Hernández | criticadn.mx
Mientras más mujeres pierdan la vida a manos de feminicidas, más apoyo mediático tendrá, aunque todos sabemos que, de raíz, no han solucionado nada y las estadísticas no mienten, los asesinatos continúan al alza.
Hoy, el ya distorsionado feminismo hace un llamado colectivo para visibilizar y “parar” la violencia contra la mujer, ejerciendo ellas, violencia, haciendo destrozos a diestra y siniestra… atacando incluso a otras mujeres, y denostando a quienes opinamos diferente a ellas, quienes lejos de unificar, generan hastío y burlas en la sociedad.
Sin embargo, pese a que la causa principal de muerte de mujeres en México, no son los feminicidios, por ser mediático y comercialmente rentable para influencers, políticos y faranduleros, quienes por estar a la moda y tomar banderas, se les respalda y financia cada vez con más recursos económicos que beneficia a un sector minoritario (líderes), vendedores de humo que “capacitan” con temas de “inclusión”, creyendo que van a cambiar el mundo por suplir la letra A y la O, por la E, en lugar de aprender lenguajes realmente incluyentes como señas o braille.
Einstein decía que “estar loco es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Esperar que la violencia se erradique mediante himnos ridículos, mostrando los senos, incendiar iglesias y edificios, vandalizando disfrazado de iconoclasia, y gritar “fin del patriarcado” tal vez no sea propio de locos, pero sí de desquiciados, desquiciados sin capacidad alguna para solucionar por lo que marchan.
La educación se mama, “educa a tu hijo para que respete a las mujeres y educa a tu hija para que no abuse del respeto que un buen hombre le ofrece”.
Dejemos esta división y guerra de sexos, que enriquecen a quienes ya viven de la ideología de género, que sólo parasitan , sangran al estado y sus contribuyentes.
Vestirte hoy, con tonos morados, no te hace mejor persona, vanagloriarse con esa “sororidad selectiva” pero criticando los éxitos y jodiéndote a tu igual, con eso, ya no eres parte de esa lucha.
Ayudar al prójimo, respetar a quien opine diferente, sea hombre o mujer, realizar acciones con sapiencia, defender tus derechos, sin pisotear a los demás, sería sólo el primer paso para mejorar todos como sociedad.
(Texto y fotos tomadas de Facebook)
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