Discriminación y desigualdad en el Congreso de Nayarit

Por: Alfredo López S. | criticadn.mx

Tras la llegada a la Presidencia del Congreso de Nayarit de Salvador Castañeda Rangel, se ha hecho énfasis en promover leyes, decretos y acuerdos para garantizar la igualdad y la no discriminación, sobre todo, en lo que corresponde a los pueblos originarios o personas más vulnerables, pero, en la realidad, esa misma política o intenciones no se están aplicando ni siquiera a los propios diputados, tampoco a los trabajadores de ese poder, ni a los miembros de los medios informativos, lo que deja en entredicho lo que tanto pregonan.

Sí, aunque usted no lo crea, ahí en la Cámara de Diputados que es dirigida por una mayoría de legisladores de la llamada “Cuarta Transformación”, no existe una verdadera igualdad ni siquiera entre los mismos aliados que conforman ese bloque, puesto que es muy sabido que existen clases entre los mismos integrantes de la 34 legislatura.

Se conoce que hay diputados que cuentan con recursos extraordinarios que tienen conceptos que hasta suenan raros en la administración, que hay legisladores que tienen muchos “asistentes” y otros nomás uno, y también, que hay miembros del poder legislativo nayarita que tienen mas poder que otros en las decisiones que se toman en el interior, incluso, de la misma fracción parlamentaria de Morena, o del bloque que hacen con el Verde, Nueva Alianza y el Partido del Trabajo. Ellos mismos lo comentan enojados en todos lados.

Así pues, no se puede esperar algo diferente con los trabajadores del poder legislativo, donde imperan los tratos desfavorables para algunos y los privilegios para otros, ya que existen empleados de primera, segunda, tercera y hasta cuarta. Hay algunos que cobran y ni siquiera se paran en el lugar asignado laboralmente (también conocidos como “aviadores”), hay otros que apenas acaban de entrar en esta administración y ganan como que, si tuvieran más de 20 años, y esos no tienen ni siquiera experiencia ni grandes responsabilidades.

Para comprobar estas injusticias laborales señaladas en el párrafo anterior, solo es cuestión de echar un ojo en la nómina del poder legislativo a través de su página de transparencia, donde, por ejemplificar, hay personas que hacen aseo y cobran más de 25 mil pesos mensuales, otras que por el simple hecho de ser “del movimiento” o “muy allegados”, también cobran una gran cantidad de salario, y por otra parte, hay quienes ya tienen muchos años laborando, con muchas responsabilidades y los tienen con salarios muy bajos.

Hoy que, por cierto, se entregó el Premio Estatal de Periodismo 2025, es adecuado para hablar de otra área más para corroborar o evidenciar esta discriminación y desigualdad que impera en este poder dirigido por Chava Rangel, porque ese trato desfavorable y también injusto existe hacia miembros de los medios de comunicación, contra los periodistas, donde para comenzar, a todos los comunicadores que no son de Tepic siempre los ven con menor interés.

Pero, a los periodistas de la capital nayarita, tampoco los atienen con igualdad, ya que los ven como a los perros, de distintas “razas”, y por ello, los que toman decisiones a unos los invitan a conferencias de prensa y eventos, a otros a comidas o desayunos más cercanos con diputados; hay periodistas a los que los invita a todo y hasta les ponen alfombra roja… y hay otros que ni siquiera los atienden, no los pelan.

Así que esa política que tanto se pregona en el Congreso de Nayarit, realmente se trata de una falacia, ya que está comprobado que hay mucha diferencia en distribución de recursos, oportunidades y aplicación de derechos, para todos los sectores, lo que interfiere en una construcción de una sociedad justa, ya que ese tipo de situaciones afectan la autoestima, la salud mental y física, y por supuesto, la calidad de vida de las personas discriminadas.

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