Tanto el Fiscal como el Subfiscal, están trabajando respetando el estado de derecho y son cuidadosos, en grado extremo, del debido proceso por lo que difícilmente se puede cuestionar su actuar.
Por: Héctor Gamboa Soto | criticadn.mx
En los últimos días algunos medios de comunicación (que por cierto, ya están a punto de desaparecer por falta de lectores), así como la fauna que prolifera en las redes sociales y que se autodesignan como «comunicadores» y no son más que opinadores interesados, han desatado una serie de críticas malintencionadas en contra de la Fiscalía de Nayarit.
Sin embargo debe de decirse puntualmente que el trabajo realizado por el fiscal Petronilo Díaz Ponce ha sido en extremo cuidadoso de respetar el marco jurídico, el nuevo sistema penal y el debido proceso.
Quienes conocemos al Fiscal de Nayarit sabemos que es un hombre en extremo cuidadoso de su accionar, al grado que es muy difícil de convencerlo de algunas salidas «prácticas» para evitar engorrosos trámites, pues cuida hasta el más mínimo detalle en las carpetas de investigación y de los asuntos que están bajo su área.
De igual manera el subfiscal Rodrigo Benítez Pérez, quien es el encargado de los asuntos que generan impacto social, es un experto en materia de derecho penal, doctor en derecho.
Sus acciones siempre son de derivados de la investigación que permite suponer la comisión de diversos delitos y actúa en consecuencia, respetando el marco jurídico vigente y los derechos humanos de los indiciados.
Por ello la andanada de críticas que han recibido la Fiscalía en las últimas semanas, no obedece a otro interés que el crear sensacionalismo, escándalo y generar la idea de que son medios críticos, que no lo son.
Petronilo y Rodrigo están trabajando respetando el estado de derecho y son cuidadosos, en grado extremo, del debido proceso por lo que difícilmente se puede cuestionar su actuar.
Obviamente por los diversos intereses que existen y por el peso específico de muchos de los afectados por las investigaciones de la fiscalía, se seguirán generando comentarios adversos patrocinados por los interesados.
Con su trabajo, han pisado callos de gente poderosa y de intereses económicos fuertes, algunos de nivel nacional, además de las gavillas locales.
Pero la procuración de la justicia está en buenas manos y en caso de que alguien dude de ello tiene instrumentos jurídicos e instancias para presentar su queja, más allá de hacer alharaca en las redes sociales y en los medios que sólo dan patadas de ahogado, en el estertor de querer volver al tiempo en que eran medios influyentes.
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