Estoy seguro de que no habrá sorpresas, como no las habido hasta ahora, y que el proceso transitará apegado a la institucionalidad.
Por: Vicente Rocha/Crítica dn
Leo en redes sociales toda suerte de comentarios con relación al proceso de registro de aspirantes a una diputación federal por el principio de mayoría relativa en morena.
Algunos cuestionando la cantidad de participantes, otros centrándose más bien en la solvencia moral de los mismos; tampoco falta la broma ni el folclor de algunos de los pretensos.
Sea como sea, es notable todo la expectativa y presencia mediática que el hecho ha generado; sin duda, un tremendo acierto de los órganos de dirección del partido, porque a querer o no, el nivel de discusión en torno al proceso siembra desde ahora en el electorado la supremacía de morena frente a sus competidores.
Se podrá decir que cantidad no es igual a calidad, pero no este el caso. Aún reconociendo la presencia de advenedizos y perfiles de mala fama pública -lo que de suyo es inevitable en un partido-movimiento y además un llamado urgente a un debate ético al interior del mismo-, también en el registro aparecen compañeros y compañeras capaces, que desde hace tiempo han forjado una carrera política apegada a principios y con un fuerte compromiso con la transformación del país, y que hoy merecen la oportunidad de ocupar algún cargo de elección popular.
En lo personal confío en que los órganos encargados de la selección de candidatos y candidatas, pero sobre todo, el pueblo, elegirán a los mejores contendientes en las próximas elecciones.
Defender la esperanza y la 4T no es poca cosa. Estoy seguro de que no habrá sorpresas, como no las habido hasta ahora, y que el proceso transitará apegado a la institucionalidad. Entre tanto, respetemos a todas y a todos los participantes.
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