La líder del SUTSEM, Águeda Galicia Jiménez y los Montenegro Ibarra, tiraron coletazos porque no quieren perder sus beneficios que les representaban millones de pesos, y movieron sus huestes sindicales para tratar de evitar la aprobación de la nueva Ley Laboral en la entidad.
Por: Lenin Guardado | críticadn.mx
Los diputados locales encabezados por Alba Cristal Espinoza Peña, del partido Morena, siguiendo por los del Verde y del Trabajo, aprobaron lo que será la nueva Ley Laboral de los trabajadores al servicio del estado, que tiene como fundamento el darle oxigeno a las administraciones municipales y estatal en lo económico.
Ante estos nuevos cambios, los caciques y dinosaurios sindicales, como lo son la eterna Águeda Galicia Jiménez y los hermanos Montenegro Ibarra, movieron a sus huestes más allegadas e incondicionales para hacer desmanes tanto en redes sociales como en el recinto legislativo.
A falta de argumentos, los caciques del SUTSEM y del magisterio, que veían perdidos sus beneficios que les dieron los corruptos gobiernos del pasado, hasta echaron mano de la violencia para tratar de evitar la votación en el congreso del estado.
Así, con los representantes del PRI, PRD, PAN, Nueva Alianza y RSP, en el congreso del estado, los más lastimados por las nuevas reformas a esta ley, esos caciques que nunca han trabajado y están millonarios por vivir de los trabajadores, Galicia Jiménez y los Montenegro Ibarra, patalearon y dieron su postura sobre la nueva norma.
Pero, los morenistas y sus aliados, firmes para sacar a este estado del bache económico en el que le heredaron a todas las administraciones, y con tal de quitarles los beneficios a los vividores y sinvergüenzas líderes de los sindicatos, votaron a favor de esta nueva ley laboral.
Entre los privilegios que les quitaron a los líderes sindicales es que ya no podrán decidir quién o quienes ocuparán las plazas que se desocuparan de los gobiernos, que no decidirán ellos quienes serán los que decidirán quién o quienes serán los nuevos empleados de base, se les eliminaron los arreglos políticos y los “cochupos” que se hacían entre los alcaldes y el gobernador en turno.
Así pues, la votación quedó a favor 18, en contra 12 y con cero abstenciones, se aprobó la nueva Ley Laboral con la que pronto se les comenzará a cortar todas las corruptelas con las que los líderes y sus allegados se hicieron millonarios al amparo del poder, del sudor de sus agremiados y del dinero público.
Hasta las 4 de la tarde de este jueves 26 de mayo, los diputados seguían en sesión analizando “en lo particular” la ley en mención, pero, lo más seguro es que quede como hasta ahorita está: cortándole las corruptelas a los lángaros líderes sindicales y sus allegados.
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