A pesar de haber varias denuncias interpuestas ante el Agente del Ministerio Publico, un expediente judicializado... nada se mueve. “Si me matan, ya saben quiénes fueron”, advierte entre llanto la víctima, quien pide ayuda del Gobernador, del Fiscal y la Subfiscal.
Por: Armando G. Barrera | criticadn.mx
Entre lágrimas, miedo y desesperación, la señora Verónica Vargas Montaño alzó la voz y destapó lo que asegura es un infierno cotidiano que vive desde hace años, mientras —según su denuncia— las autoridades cierran los ojos.
Verónica afirma haber entregado testigos, evidencias y todo lo que la ley pide ante el Agente del Ministerio Público del Fuero Común en Tecuala, dependiente de la Fiscalía General de Justicia de Nayarit, pero asegura que nunca pasa nada.
“¡Ya no puedo más! Me están dejando sola”, acusa
La mujer suplica la intervención del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, del fiscal general Petronilo Díaz Ponce Medrano y de la subfiscal Elvia Ludmila Heredia Verdugo, pues afirma que lleva años sin recibir justicia, mientras —según su testimonio— sus vecinos agresores continúan hostigándola impunemente.
Hasta un juez está en sospecha por su actuar
Verónica asegura que en la causa penal 06/2022, el juez José Ricardo Rodríguez Valdez habría favorecido a los acusados, señalando supuestas inconsistencias y mala integración del expediente. Incluso denuncia que el agente del Ministerio Público habría recibido dinero de la parte señalada.
La denunciante acusa a Ismael Espericueta Díaz «El Cachetes» y Liberato Espericueta Moreno «El Bobo», de múltiples agresiones, entre ellas:
- Daños a su vehículo (expediente NAY/TEC/1/RH/00392/2025)
- Amenazas y despojo (NAY/TEC-1/RH/772/2021)
- Envenenamiento de 3 gatitos y un perro (NAY/TEC/1/RH/00110/2025)
Incluso relata que en otra causa penal (907/2022), Ismael habría intentado golpear a su hijo menor, y aun así —según denuncia— nunca se ejecutó la orden de aprehensión a pesar de que el acusado no se presentaba y ni así pasa nada.
Sobornos y “regalitos”: la acusación más dura
De acuerdo con Verónica, algunos funcionarios habrían sido sobornados por familiares de los señalados. También acusa a un agente del Ministerio Público de nombre Javier Rustrían de pedirle 25 mil pesos “para que avanzara su caso”, dinero que —según relata— ella obtuvo pidiendo un préstamo en Coppel para entregárselo y, afirma, que después de entregarlo, el funcionario “desapareció” pues lo cambiaron de municipio.
Además, señala a varios agentes y funcionarios, como María Luisa Gutiérrez Gutiérrez, el mismo Javier Rustrían, Melvin Alan de Haro Osuna, Víctor Lozoya Nieblas, José Robles Cruz, Angelina Medina Aguiar, y una licenciada de nombre Paola, así como otro de nombre Edilberto, de quienes creen que pueden hacer y deshacer nomas porque ocupan una silla con poder ya que solo les interesa el dinero que les sacan a los denunciantes, ya que ellos a lo que se ve, forman parte de una red de negligencia y corrupción.
“Mis agresores siguen aquí, viven pegados a mi casa”
La denunciante afirma que sus vecinos, a quienes identifica también como “El Bobo” y “El Cachetes”, y sus familiares cómplices, continúan acosándola en su domicilio ubicado por la calle Ciudad Victoria, entre Cuauhtemoc e Hidalgo en San Felipe Aztatán:
- La espían.
- Le lanzan piedras.
- Le gritan groserías.
- La amenazan de muerte.
- Y —según ella— ahí ellos consumen y manejan drogas en su domicilio.
“Tengo miedo por mi vida y la de mi familia”
En medio de la desesperación, Verónica Vargas Montaño hace denuncia pública, asegurando que si algo les pasa a ella o a su familia, responsabiliza tanto a los vecinos señalados como a los funcionarios que —según su testimonio— han ignorado sus denuncias.
En tanto, en este medio informativo seguiremos atentos a lo que ocurra para seguir informando de este caso.
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