Fue el epílogo más cruel para el Leganés, que dice adiós a la élite después de cuatro temporadas en la misma.
Por: Agencias/Críticadn
Javier Aguirre no lo logró esta vez y el Leganés certificó su descenso a LaLiga SmartBank al no conseguir imponerse al Real Madrid en el estadio de Butarque (2-2) en un duelo donde dio tuvo opciones hasta el último instante sin lograr el objetivo.
Jugárselo a todo o nada contra el campeón era el precio que tenían que pagar los locales para seguir viviendo el sueño de la máxima categoría del futbol español, todo ello después de una campaña donde que llegasen vivos a la última jornada podría considerarse ya de por sí un milagro.
Y ni siquiera ganar era sinónimo de éxito y alivio porque en paralelo tenían que orientar sus oídos hacia el campo del Espanyol, donde una victoria del Celta de Vigo haría inútil cualquier gesta por grande que esta fuera.
Enfrente un cuadro madridista que ya había hecho los deberes con sobresaliente pero que buscaba la matrícula de honor redondeando el curso con el trofeo de máximo goleador para Karim Benzema y un triunfo que le permitiera convertir en impecable el regreso tras el parón por la crisis sanitaria del coronavirus.
Esa responsabilidad le tocaba afrontarla a los menos habituales de Zinedine Zidane. Solo Sergio Ramos, Casemiro y Karim Benzema repetían de inicio en el once sin algunos candidatos a jugar su última cita liguera de blanco.
Por la necesidad, el anfitrión se mostró irreverente ante el campeón. Sin embargo, no tardó mucho el Real Madrid en demostrar que no había llegado a pasearse.
Fue el epílogo más cruel para el Leganés, que dice adiós a la élite después de cuatro temporadas en la misma.
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