Una prueba más de que el amor no importa de dónde viene o a dónde va. No importa el sexo o la diferencia de edad. Las personas pueden quererse a partir de las coincidencias y no de las diferencias.
Por: Agencias | criticadn.mx
Podremos ver cientos de propuestas de matrimonio, pero siempre se nos escapa una lágrima de emoción con cada imagen de una persona prometiéndole a otra, amor eterno.
Propuesta en el gimnasio
Los nombres de los protagonistas no los sabemos, pero sí entendemos el lenguaje del amor.
En el gimnasio, en medio de los aparatos, las pesas y los curiosos que también se sorprendieron, este joven le propone matrimonio a su pareja… ¡y él dijo que sí!
Se acerca con un ramo de flores, una música romántica de fondo y un anillo. Se arrodilla y pronuncia las mejores palabras que una persona puede escuchar: saber que es amado.
“No es mucho el tiempo que tenemos conociéndonos, pero para mí ha sido suficiente para querer pasar el resto de mi vida contigo… ¿te quieres casar conmigo?”, dice el joven, emocionado, pero seguro.
Él lo quita los ojos de encima, porque claro… debe estar nervioso. ¡Cuánto se juega en esa propuesta!
“Eres el amor de mi vida y sin duda, te volvería a elegir una y mil veces más”, agregó.
Su novio lo mira y con un tímido “sí”, lo convierte en la persona más feliz del mundo. ¡Aceptó!
Aplauso para ellos en el gimnasio y el clásico saludo de “¡Vivan los novios!”
Amar y ser correspondido.
¿Alguna vez nos detenemos a pensar lo difícil que es encontrar a alguien a quien querer? Y su vez… ¿alguien que también nos quiera?
Hay personas que buscan durante años el amor y a veces… nunca llega. Entonces, celebremos que estas dos personas se aman la una a la otra y que apuestan a una vida en común.
Una propuesta de matrimonio inspiradora, que nos hace reflexionar en lo que es verdaderamente importante en la vida de cada uno: ser feliz.
¡Muchas felicidades para ellos!