Patrulla de Policía Vial de Xalisco choca con moto ya accidentada y arruina la escena de hechos

Este miércoles 11 de junio, un aparatoso accidente se registró en el municipio de Xalisco, cuando un taxi tipo Tsuru ignoró el alto obligatorio en el cruce de la calle Sanganguey, en frente de Plaza del Sol, y terminó por cortar la circulación a un motociclista de apenas 17 años.

Tras el impacto contra el taxi, el joven de la moto salió proyectado y cayó al pavimento lo que le ocasionó una fractura en el brazo, raspones y heridas leves en diferentes partes del cuerpo por lo que los paramédicos que llegaron al lugar del choque se lo llevaron de urgencia a un hospital para su debida atención médica.

Sin embargo, a parte de las lesiones que recibió el muchacho repartidor de comida china, surgió otro evento también indignante pues minutos después del percance, llegó una patrulla de la Policía Vial de la mal gobernada ciudad de Xalisco y demostrando su falta de preparación y pericia, quien conducía dicho vehículo oficial modificó toda la escena de los hechos.

Sí, aunque no lo crea, los agentes de la Policía Vial de Xalisco, con una gran torpeza e irresponsabilidad, chocó nuevamente la motocicleta accidentada, arrastrándola varios metros y alterando los indicios clave de la escena, cosa que tampoco pudo evitar el agente que ya estaba en el lugar y que hacía señas a quienes iban en la camioneta.

Así pues, lo que debía ser una intervención para proteger al afectado, se volvió una cadena de errores que pone en entredicho la capacidad de respuesta de las autoridades locales y hasta, tal vez, el pago de daños para el afectado pues el taxista puede argumentar de esta manera que la moto también fue golpeada por los uniformados mostrencos de Xalisco.
Este caso no solo evidencia la falta de protocolos claros por parte del gobierno municipal de Xalisco, sino también una preocupante falta de sensibilidad y preparación de sus cuerpos policiacos, cosa que ya se comprobó que le vale un cacahuate a la alcaldesa Anabel Guerrero, pues a ella solo le interesa su bienestar y robarse el dinero del pueblo.

En efecto, en lugar de preservar la escena y facilitar la investigación, los mediocres agentes que tiene «la llorona» alcaldesa Guerrero Benítez, lo que hicieron en el lugar fue  entorpecer el proceso legal, y solo minimizaron su estupidez dejando en duda el compromiso del Ayuntamiento con la seguridad ciudadana.