Nayarit vive otros tiempos, contamos con un jefe del ejecutivo que comprendió desde un inicio la máxima obradorista “por el bien de todos, primero los pobres”.
Por: Mijail Paredes | criticadn.mx
Del mensaje al pueblo por parte del señor gobernador Miguel Ángel Navarro.
“¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a entregar mi corazón”. Fito Páez.
En un ambiente fuera de toda parafernalia como se acostumbraba en aquellos ayeres que no volverán, se llevó a cabo un evento político, sí, político y de un verdadero ejercicio de rendición de cuentas.
El doctor dio datos relevantes, cifras e imágenes del cómo se ha transformado Nayarit a dos años de su llegada.
Habló del cómo se avanza en el pago de deudas millonarias, de la Crisis Universitaria y del legado que se pretende dejar a futuros gobernantes como ejemplo de buen gobierno. Pero sobre todo habló del legado que quiere dejar para los niños y niñas de Nayarit, dejarles mejores condiciones de vida, en donde la brecha entre los que más tienen y los que de todo carecen, sea menor.
Un estado que estaba en la ruina económica y moral, hoy se levanta atendiendo lo más importante que un gobernante debe atender, a su pueblo. Inversiones cuantiosas en infraestructura educativa y de salud, en obra pública con beneficio social y en el combate a la corrupción y a la delincuencia.
Al señor se le veía emocionado, y como no estarlo, emoción causa hacer las cosas bien y sobre todo, haciendo posible lo imposible.
Nayarit vive otros tiempos, contamos con un jefe del ejecutivo que comprendió desde un inicio la máxima obradorista “por el bien de todos, primero los pobres”.
Muestra de ello es el sentido social y humano que le da a cada acción pública y a cada paso que da en su caminar a lo largo y ancho de nuestra entidad.
Es un gobernador muy querido por su pueblo, que ha tenido la entereza de trastocar intereses perversos y que por su puesto, le pone su enorme corazón a su actuar institucional.
¡Enhorabuena gobernador!
¡Enhorabuena Nayarit!
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El autor es Secretario Municipal del Ayuntamiento de Santiago Ixcuintla.
